Alfaro-Gallardo: un duelo de estilos, épocas y trayectorias diferentes
Hoy se enfrentan en la semifinal de la Copa Libertadores.
Por un lado, Gustavo Alfaro: un técnico de 57 años que dirigió en trece clubes y obtuvo seis títulos con planteos conservadores. Por el otro, Marcelo Gallardo: un entrenador de 43 años que dirigió a dos equipos y ganó once títulos con un estilo ofensivo y audaz.
El Boca-River de este martes también será un duelo de estrategas con estilos opuestos y trayectorias muy diferentes como entrenadores y futbolistas.
Como futbolista, Alfaro jugó en la Segunda división en Atlético de Rafaela de 1988 a 1992 y se retiró a los 28 años porque, según explicó años después en una entrevista, "ya había cumplido el sueño de jugar en la primera de Atlético".
Alfaro es el entrenador que más años lleva dirigiendo en el fútbol argentino. Comenzó su carrera como técnico en Atlético de Rafaela, pasó por Patronato, por Quilmes, volvió a Atlético de Rafaela y luego dirigió a Belgrano en la Primera división.
Después fue a Olimpo, salió campeón de la Segunda división, consiguió el ascenso y, al día siguiente de la consagración, el presidente del club lo despidió.
El oriundo de Rafaela, provincia de Santa Fe, volvió a Quilmes en 2003 y consiguió que el equipo ascendiera a la Primera División.
En 2005 tuvo su primer gran desafío en uno de los equipos más grandes de Argentina: San Lorenzo.
Sin embargo, 'Lechuga' no obtuvo buenos resultados y fue despedido al año siguiente.
Después de eso dirigió a Arsenal y quedó en la historia del club al ganar por primera vez la Copa Sudamericana en 2007. Al año siguiente dirigió a Rosario Central y en 2009 tuvo su primera y única experiencia en el exterior al frente del Al Ahli saudí.
En 2010 regresó a Arsenal y nuevamente alcanzó la gloria: ganó la el torneo Clausura de la Liga de 2012, la Supercopa Argentina de 2012 y la Copa Argentina de 2013.
En 2014 pasó a Tigre, en 2016 a Gimnasia y Esgrima La Plata y a mediados de 2017 arribó a Huracán, su último club antes de Boca Juniors.
Alfaro fichó por el Xeneize en enero de este año y en mayo ganó la Supercopa Argentina de 2018.
Sus equipos suelen replegarse, ser ordenados y tener como prioridad evitar encajar goles.
En cambio, Gallardo, el técnico de River Plate, tiene un estilo opuesto.
Sus equipos son ofensivos, atacan con mucha gente y tienen un alto porcentaje de goles a favor.
El 'Muñeco' tuvo una excelente carrera como futbolista. Con Argentina, fue subcampeón de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 y de la Copa Confederaciones de Arabia Saudí de 1995 y disputó los Mundiales de Francia 1998 y Corea del Sur-Japón de 2002.
Jugó y fue campeón en River Plate, en el Mónaco, en el Paris Saint-Germain, en el DC United y en el Nacional uruguayo.
En su palmarés se destaca la Copa Libertadores que ganó en 1996 con el Millonario.
Debutó como entrenador en Nacional en 2011 y se consagró campeón de la Liga uruguaya en 2012.
En 2014 asumió como técnico de River Plate y se convirtió en el entrenador más ganador de la historia del club, junto a Ramón Díaz.
Antes de que Gallardo se sentara en el banquillo, River Plate tenía cinco títulos internacionales: las Copas Libertadores de 1986 y 1996, la Intercontinental de 1986, la Supercopa de 1997 y la Interamericana de 1987.
Desde su llegada a River, el club ganó seis títulos internacionales: la Copa Libertadores en 2015 y 2018, la Recopa Sudamericana en 2015 y 2016, la Copa Sudamericana en 2014 y la Copa Suruga Bank en 2015.
La histórica conquista de la Copa Libertadores de 2018 en Madrid frente Boca Juniors dejó a Gallardo con nueve títulos y como el entrenador más ganador de la historia del club, junto a Díaz.
Sin embargo, de los nueve campeonatos de Díaz, solo dos son internacionales.
Contando su etapa como jugador y como técnico del River, Gallardo suma 17 títulos, cinco menos que Ángel Labruna, considerado, junto con Gallardo, el ídolo máximo del club.
Alfaro y Gallardo tienen historias, trayectorias y estilos diferentes, pero una cosa en común: los dos sueñan con eliminar a su clásico rival esta noche para clasificarse a la final de la Copa Libertadores de 2019.
EFE